La inflación o fenómeno inflacionario es uno de los efectos más temidos en la economía de cualquier país, pues sus efectos nocivos causan un aumento generalizado de precios, generando pérdida de poder adquisitivo.
Sus secuelas pueden ser tan devastadoras que suele ser difícil para muchas economías salir de ella, especialmente aquellas más pobres y menos industrializadas, aun con la aplicación de medidas económicas adecuadas para intentar frenarla.
Pues la inflación es un detonante para una desenfrenada cadena de eventos desafortunados, generando incertidumbre, disminuyendo la inversión, lo que reduce a su vez la producción, y genera mayores tasas de desempleo, aumentando la demanda y disminuyendo la oferta, entre otros efectos negativos que disminuyen la capacidad de desarrollo de un país.
¿Qué es la inflación?
Este término hace referencia a la perdida de poder que tiene una unidad monetaria. Cuando se produce un incremento de los precios, el poder adquisitivo del comprador disminuye; es decir, con el mismo dinero, se puede comprar menos, si esta tendencia se mantiene en el tiempo, decimos que hay inflación. La inflación suele medirse sobre los precios del consumidor, sin embargo, también afecta a otros precios o valores, como los bienes, los recargos e impuestos, los activos, etc.
Dicho en otros términos, la inflación es un aumento sostenido y generalizo de precios, generado por la pérdida de valor de la unidad monetaria con el tiempo, y con ello la pérdida del poder adquisitivo.
Un poco de historia
La inflación ha existido desde tiempos antiguos, podría decirse que, desde la acuñación de las primeras monedas como medio de pago, aunque para entonces no se conocía el término, sus efectos poco a poco empezaron a ser notables.
Para el año 301. d.C. el emperador romano Diocleciano, promulgo un plan para contener el aumento de los precios, conocido como “Edicto de Precios de Diocleciano”, en él estableció una fijación de precios máximos para regular unos 1300 productos, así mismo estableció una regulación para los costos de mano de obra de producción; sin embargo, esta medida termino siendo un fracaso, los productos dejaron de producirse, generando escasez y promoviendo el conocido “mercado negro.”
No obstante, fue mucho tiempo después que este fenómeno empezó a sentirse con mas fuerza, a mediados del siglo XVI, conocida como la “Revolución de los precios”, que se generó a raíz del descubrimiento y extracción de los metales preciosos del Nuevo Mundo.
Ese exceso de metales preciosos aumento rápidamente la oferta monetaria, lo que hizo subir los precios, aumentando la demanda de productos extranjeros, superando las exportaciones, lo que a su vez genero un déficit en la balanza de pagos.
Esto, por supuesto, conllevo a muchos filósofos a estudiar este fenómeno, en 1568 el filósofo francés Jean Bodin, planteo por primera vez la “Teoría de la inflación”; en el cual explico este fenómeno describiéndolo como una situación generada por el exceso de dinero, debido a una mayor disponibilidad de oro y plata.
Desde entonces, diferentes estudios se han desarrollado para buscar comprender, predecir, evitar y combatir los efectos inflacionarios.
Tipos de inflación
El fenómeno inflacionario puede generar diferentes tipos de comportamiento, siendo estos conocidos como:
Hiperinflación:
La hiperinflación es el efecto inflacionario más crítico, se genera cuando la tasa de inflación mensual supera el 50%, creando una grave crisis económica.
Inflación galopante:
Es una inflación en constante crecimiento, cuya tasa de inflación puede superar dos o tres dígitos anuales, generando grandes desequilibrios económicos, obligando a las personas a cambiar sus hábitos de consumo.
Inflación moderada:
La inflación moderada se caracteriza por un crecimiento lento de la inflación de un país que no supera los dos dígitos anuales, es decir, una inflación inferior al 10 % anual.
Deflación:
La deflación ocurre cuando bajan los precios de manera generalizada, producto del exceso de oferta, generando el efecto contrario a la inflación; provocando igualmente efectos negativos en la economía.
Características de la inflación
Las características más relevantes del fenómeno inflacionario son:
· Pérdida del poder adquisitivo.
· El aumento de la demanda supera la oferta, provocando escasez.
· Aumento de la oferta monetaria, incrementando el dinero en circulación en la calle.
· Incremento en los costos de producción a causa del aumento en los precios de la materia prima, el cual afecta al precio final de venta.
· Aumenta la incertidumbre en el mercado, incentivando la especulación.
· Mayor impuesto a pagar, debido a las tasas progresivas.
¿Cómo se mide la inflación?
La inflación es un fenómeno que puede ocurrir en cualquier economía, por ende, el monitoreo constante es esencial, para ello, se emplean el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el cual mide la evolución de los precios de bienes y servicios de consumo familiar, calculando las variaciones en el costo de vida, de esta manera se determina si hay o no un fenómeno inflacionario en la economía.
Si este indicador estadístico refleja un aumento generalizado de precios, este se convierte en una señal de alarma, haciendo necesario la aplicación de medidas económicas adecuadas que frenen el crecimiento de la inflación.
Causas de la inflación
El fenómeno inflacionario puede ser el resultado de diversas causas, generado incluso un efecto en cadena, entre las más comunes se encuentran:
La inflación por consumo o demanda:
Esta se da cuando la demanda aumenta a un ritmo más acelerado que la oferta, es decir, que los sectores productivos no pueden producir bienes y servicios al mismo ritmo en la que estos son consumidos, aumentado el precio y generando escasez.
La inflación por costos:
Se genera cuando los productores necesitan elevar el precio de sus productos para poder mantener sus márgenes de benéfico.
La inflación autoconstruida:
Esta inflación es generada por la especulación, subiendo anticipadamente el valor de productos y servicios, ante la incertidumbre por las futuras subidas de precios.
Por aumento de la masa monetaria:
Esta ocurre cuando aumenta la cantidad de dinero que circula en la economía, de esta manera los consumidores tienen más dinero para demandar bienes y servicios, creciendo la demanda más rápido que la oferta.
Medidas para combatir la inflación
La inflación es un fenómeno a su vez monetario, por tanto, los bancos centrales de cada país deben desarrollar medidas económicas monetarias para combatir sus causas y efectos en la economía.
La medida más común que aplican los bancos centrales para reducir la inflación implica aplicar políticas monetarias aumentando las tasas de interés; de esta manera se incentiva al ahorro, y se reduce el dinero en circulación, promoviendo las inversiones a plazo.
Sin embargo, a mayor inflación mayor es el riego de inversión por la pérdida del poder adquisitivo, lo que hace que estas medidas de control inflacionario sean más difíciles de aplicar.
Pues, diferentes economistas sostienen que la inflación sería mucho menos dañina para la economía si se pudiera predecir, el problema radica en el hecho de que cuanto más severa es una inflación, más difícil es predecir su evolución, generando un círculo vicioso de incertidumbre.
Combatir la inflación, implica crear un punto de equilibrio, ya que, aplicar medidas que promuevan la reducción de consumo para mantener los precios estables en la economía, puede conllevar a periodos de deflación y sus consecuencias pueden ser tan perjudiciales como la inflación misma.
De cualquier forma, la inflación siempre tiene causas, analizar estas, haciendo que los precios suban en función del poder adquisitivo de la moneda, sería la mejor forma de minimizar el riesgo de inflación.
Esa publicación esta excelente.